SIGNIFICADO DE LA TARTA DE BODAS
El origen de la tarta de boda se remonta a la Antigua Roma, donde la tarta era una sencilla tArta de trigo y sal. Entonces era el novio quien se comía media tarta durante la ceremonia y rompía la mitad restante en la cabeza de la novia, y los invitados se comían las migas que caían como símbolo de fertilidad.
No fue hasta el siglo XVII que empezó a concebirse la tarta como la conocemos hoy en día. Entonces, en Inglaterra se puso de moda hacer muchas tartas y apilarlas adornándolas con frutas y nueces. Pero como este sistema era poco estable, a mediados de siglo se abandonó la idea de las múltiples tartas apiladas por la de hacer un único pastel enorme.
Otra tradición de la tarta de boda de aquella época era la de esconder en su interior un anillo de cristal. El invitado que lo encontrase se aseguraba un año de felicidad. Si la afortunada era una joven soltera significaba que era la próxima en casarse.
Una costumbre más actual y realmente curiosa es la de EEUU donde los novios guardan el último piso del pastel en el congelador hasta la fecha de su primer aniversario de boda. Es en esa fecha cuando
se lo comen como símbolo de su amor duradero.
Sin embargo, la tradición más conocida por los novios hoy en día es la de cortar el pastel con una espada, aunque cada vez son más los que prefieren substituir esta típica foto por los buffets de postres o las mesas de dulces.
Pero ¿por qué renunciar a la tradicional tarta de boda? Las últimas tendencias culinarias no está reñidas con este típico pastel.
De hecho, la última moda en cuestión de tartas de boda aboga por los pasteles cupcakes, elaborados a base de pequeños pastelitos o magdalenas, típicamente americanos, donde la estética y el diseño son todo un arte. La tarta de boda es un símbolo de la felicidad de los novios y seguro que es el protagonista del banquete. Y como protagonista que es conviene que tenga en la recepción un lugar
privilegiado.
La tarta de boda es tan importante como el vestido, la ceremonia o los regalitos. Recuerda que todas estas son tradiciones que se remontan a siglos atrás y tienen un significado especial.
La tarta de Boda simboliza la abundancia que se espera para el nuevo matrimonio y el partirlo juntos simboliza que los novios se apoyaran mutuamente y buscaran un porvenir en pareja. Aunque muchas parejas ya no consideran importantes estos rituales, el momento de partir tu pastel junto con tu pareja
es uno de los recuerdos más bellos que tendrás por años.
La tarta simboliza la primera comida que comparten los recién casados y constituye una tradición.
Al momento de partir la tarta tu esposo deberá colocar su mano sobre la tuya para que entre los dos corten la primera rebanada; luego tú le darás un pequeño pedazo de pastel y él a ti. Esto tiene un significado muy especial: Yo soy la mano que provee y yo la que comparte.
En los días de hoy hay varias clases de tartas de bodas, y, claro, su elección depende del tipo de boda,
formal o informal. Como para todo lo demás, el estilo de la tarta debe coincidir con el vuestro, con el de
boda y con el de la recepción. En una boda formal, tras los aperitivos y una comida de tres platos, los invitados ya no tendrán muchas ganas de comer los postres y en seguida la tarta.
En este caso podréis ahorrar algún dinero sirviendo la tarta como postre. Una tarta de bodas puede tener la forma o el sabor que se quiera, ya que hoy en día son autenticas obras de arte.
No fue hasta el siglo XVII que empezó a concebirse la tarta como la conocemos hoy en día. Entonces, en Inglaterra se puso de moda hacer muchas tartas y apilarlas adornándolas con frutas y nueces. Pero como este sistema era poco estable, a mediados de siglo se abandonó la idea de las múltiples tartas apiladas por la de hacer un único pastel enorme.
Otra tradición de la tarta de boda de aquella época era la de esconder en su interior un anillo de cristal. El invitado que lo encontrase se aseguraba un año de felicidad. Si la afortunada era una joven soltera significaba que era la próxima en casarse.
Una costumbre más actual y realmente curiosa es la de EEUU donde los novios guardan el último piso del pastel en el congelador hasta la fecha de su primer aniversario de boda. Es en esa fecha cuando
se lo comen como símbolo de su amor duradero.
Sin embargo, la tradición más conocida por los novios hoy en día es la de cortar el pastel con una espada, aunque cada vez son más los que prefieren substituir esta típica foto por los buffets de postres o las mesas de dulces.
Pero ¿por qué renunciar a la tradicional tarta de boda? Las últimas tendencias culinarias no está reñidas con este típico pastel.
De hecho, la última moda en cuestión de tartas de boda aboga por los pasteles cupcakes, elaborados a base de pequeños pastelitos o magdalenas, típicamente americanos, donde la estética y el diseño son todo un arte. La tarta de boda es un símbolo de la felicidad de los novios y seguro que es el protagonista del banquete. Y como protagonista que es conviene que tenga en la recepción un lugar
privilegiado.
La tarta de boda es tan importante como el vestido, la ceremonia o los regalitos. Recuerda que todas estas son tradiciones que se remontan a siglos atrás y tienen un significado especial.
La tarta de Boda simboliza la abundancia que se espera para el nuevo matrimonio y el partirlo juntos simboliza que los novios se apoyaran mutuamente y buscaran un porvenir en pareja. Aunque muchas parejas ya no consideran importantes estos rituales, el momento de partir tu pastel junto con tu pareja
es uno de los recuerdos más bellos que tendrás por años.
La tarta simboliza la primera comida que comparten los recién casados y constituye una tradición.
Al momento de partir la tarta tu esposo deberá colocar su mano sobre la tuya para que entre los dos corten la primera rebanada; luego tú le darás un pequeño pedazo de pastel y él a ti. Esto tiene un significado muy especial: Yo soy la mano que provee y yo la que comparte.
En los días de hoy hay varias clases de tartas de bodas, y, claro, su elección depende del tipo de boda,
formal o informal. Como para todo lo demás, el estilo de la tarta debe coincidir con el vuestro, con el de
boda y con el de la recepción. En una boda formal, tras los aperitivos y una comida de tres platos, los invitados ya no tendrán muchas ganas de comer los postres y en seguida la tarta.
En este caso podréis ahorrar algún dinero sirviendo la tarta como postre. Una tarta de bodas puede tener la forma o el sabor que se quiera, ya que hoy en día son autenticas obras de arte.